En el mes de Julio se publicó el suplemento 55 de la American Ornithologists Union (AOU) referente a cambios a cambios en la taxonomía de las aves. Dichos cambios los pueden encontrar aquí. ¿Pero que significa todo esto? ¿Cómo nos afecta? Quién y porqué cambia los nombres científicos que tanto trabajo nos toma aprender? Entremos en materia.
Las listas de aves están estructuradas de una forma en que revelan el orden evolutivo de las especies, empezando por las más “antiguas” (poseen rasgos algo primitivos) y terminando con los grupos más “nuevos” (poseen rasgos físicos y genéticos muy nuevos). Además muestra las relaciones entre las especies a nivel de orden, familia y género (varía de lista en lista). Cada año, las listas de aves se ven obligadas a hacer pequeñas modificaciones para tratar de lograr una mejor exactitud de qué se relaciona con qué.
Esta imagen muestra de forma sencilla las relaciones entre las especies. Cuando al ser humano lo ordenaron junto a los primates causó un gran revuelo, pero no solo nos relacionamos a ellos, si no también a los árboles, las aves y todo lo que tiene vida, ya sea de forma cercana o lejana.
El ente rector de la taxonomía (ciencia de la clasificación de las especies) se llama Unión de Ornitólogos Americanos (AOU por sus siglas en inglés). Ellos se encargan de clasificar las aves que están en Norteamérica y Centroamérica (desde la frontera entre Panamá y Colombia), además de las islas que están dentro de esta jurisdicción. La comitiva de taxónomos y ornitólogos basan sus resultados en diversos estudios científicos que se realizan en el continente.
Para determinar la diferencia entre una especie y otra se usan estudios de morfología, genética, ecología, biometría, patrones y secuencia de plumajes, bioacústica, entre otros. Uno de los métodos más confiables es el genético, donde el ADN nos dice con una precisión increíble qué es y qué no es una especie. Por eso es que a veces aves con plumajes completamente distintos corresponden a la misma especie, y otras que son casi iguales, en realidad son dos especies distintas. Con el acelerado avance de la tecnología y nuevos métodos científicos para analizar y extraer datos de una forma más eficiente, hace que pronto lleguemos a un mejor orden evolutivo en nuestras listas.
El ADN era la herramienta que se necesitaba
cuando las listas de especies apenas iniciaban
En los últimos años, la avifauna ha venido atravesando un proceso que involucra muchos cambios, en respuesta a lo mencionado anteriormente y a que muchas personas se han involucrado en investigar esta área. Grupos que históricamente han dado problemas para clasificarlos (Parulidae p.ej.) están siendo acomodados de una manera que muestran un mejor orden evolutivo (producto de esto fue que hace poco tiempo este grupo sufrió cambios drásticos, como la desaparición del género Dendroica).
El nuevo suplemento de la AOU sugirió muchos cambios que afectaron a las aves en Costa Rica. Para mí el más importante fue la desaparición del género Aratinga. Otro cambio importante lo sufrieron especies del género Geotrygon, Oryzoborus (este género desapareció) y hubo un reordenamiento de las especies de varios géneros como por ejemplo Dendrocincla y Saltator.
El género Saltator tuvo un reordenamiento de especies
La lista oficial de aves de Costa Rica la pueden encontrar aquí, y además en ese enlace podrán ver todos los cambios.
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