A mediados de enero tuve la oportunidad de visitar Tortuguero
para anillar aves con el proyecto de Costa Rica Bird Observatories. Fui en compañía de Chris Taft, un anillador
experimentado que visitaba la región atlántica por primera vez. Yo llevaba
bastante tiempo sin anillar (~6 meses) pero aún así recordaba muchas cosas
fundamentales como colocar una red de niebla, extraer las aves de la misma y
finalmente procesarlas.
El clima no fue el mejor, como es típico en esta zona, ya que
de ocho días de trabajo, sólo 4 pudimos trabajar (y de esos 4, sólo pudimos
hacer la mitad del tiempo que normalmente se dedica). La lluvia y el viento
fueron terribles, pero a pesar de esto logramos capturar y observar varias
especies interesantes, así como también los primeros tucanes que Chris veía en
su vida.
Un mar bastante agresivo nos dio la bienvenida a Tortuguero
Las gaviotas (Leucophaeus atricilla) eran muy
comunes
De vez en cuando, cuando salía a observar aves pelágicas,
lograba encontrar varios Magnificent Frigatebirds (Fregata
magnificens), que son los verdaderos piratas del mar ya que le roban la
comida a aves que pescan.
Hubieron días en los que la mañana era lluviosa y durante la
tarde el clima cambiaba radicalmente:
Vista ventral del pico de un Boat-billed Flycatcher
(Megarhynchus pitangua), de ahí su peculiar nombre en inglés.
La llegada y salida de Tortuguero en bote a través de los
canales, facilita la observación de aves acuáticas como garzas, cormoranes y
Martines pescadores.
Logramos atrapar muchas aves migratorias y residentes, pero lo
mejor fue un Pale-billed Woodpecker (Campephilus guatemalensis),
nuestro pájaro carpintero más grande. Su pico y garras destruyeron las manos de
Chris.
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