jueves, 19 de febrero de 2015

Monserrat de Coronado

Para un pajarero asentado en el Valle Central la única opción de observar aves de buena calidad (trogones, cotingas, tucanes y demás aves exóticas típicas del trópico) es salir de ese encierro urbano en donde todo es concreto, humo y metal. Todos pueden pensar esto, pero han puesto atención a las aves que hay en las riberas de esos ríos citadinos rebosantes de espuma? Martines pescadores y garzas habitan esos micro hábitats acuáticos en donde, por increíble que parezca, hay peces.

Yo he practicado esta metodología de observar aves varias veces a la semana en ambientes urbanos y me llenado de mucha satisfacción, al conocer lugares que asemejan ecosistemas prístinos, en donde hace unos metros atrás, el bullicio de los carros impedían escuchar el más mínimo sonido proveniente del medio natural. Pero esos lugares, a pesar de engañar a la mente al hacerla pensar que uno está en un paraje lejano, seguirán estando encerradas en esa cárcel de concreto. ¿Existirá acaso un lugar con grandes porciones de bosque, en el borde inmediato de la ciudad? Pues claro que sí, es inevitable.

Coronado, al noreste de San José, ha pasado de un pequeño asentamiento urbano, a una ciudad. A sólo un kilómetro encontramos extensas regiones dedicadas al ganado, y a los dos kilómetros tenemos una porción de bosque tan vasta, virgen e impenetrable, que engañaría a la mente nuevamente. Pero así es, a sólo dos kilómetros de la ciudad de Coronado está el pequeño pueblo de Monserrat, el cuál tiene conexión directa con el Parque Nacional Braulio Carrillo y Volcán Irazú, los cuáles forman un corredor biológico que va desde los tres mil metros a los treinta sobre el nivel de mar.

El año pasado me enteré del sitio, dando una visita rápida en Diciembre para conocer la ruta al sitio. El lugar me agradó de inmediato, y prometí volver para enero en una visita más extensa. En lo que va del año ya he realizado tres visitas, y creo que la cuenta seguirá aumentando, ya que todavía no logro concebir la idea de que exista un lugar tan bueno para ver aves a sólo 30 minutos del centro de San José.

El lugar es bastante bueno para la observación de aves, en donde la calle boscosa es un sitio perfecto para verlas volando de un lado a otro. Diría que es el mejor lugar del país para observar Lineated Foliage-gleaner (Syndactyla subalaris), un furnárido no tan sencillo de encontrar. Sin más demora, aquí unas fotos de mis visitas:

Aquí pueden ver un 1% de la totalidad de bosque en el lugar

 
Los ríos son abundantes, con una pureza incuestionable


Las mañanas son frías (es un bosque nuboso) y muchas telas de arañas amanecen bañadas por el helado rocío

Casi al final del camino para vehículos (4x4) existe un lugar llamado Locos por el bosque, que tiene acceso a una catarata impresionante

Los Common (Chlorospingus flavopectus) y Sooty-capped Bush-Tanager (C. pileatus) son muy comunes


El macho de Golden-browed Chlorophonia (Chlorophonia callophrys) es algo que los doctores recomiendan observar de vez en cuando

Los insectos son abundantes en los bosques nubosos, y a los Tufted Flycatchers (Mitrephanes phaeocercus) les agrada esta característica



Dejando los mejor para el final, con usted el único e inmejorable Resplendent Quetzal (Pharomachrus mocinno) catalogado como uno de los animales más bonitos del mundo. Observamos un macho y una hembra en el sendero a la catarata de Locos por el bosque.


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