Para un pajarero asentado en el Valle Central la única opción
de observar aves de buena calidad (trogones, cotingas, tucanes y demás aves
exóticas típicas del trópico) es salir de ese encierro urbano en donde todo es
concreto, humo y metal. Todos pueden pensar esto, pero han puesto atención a las
aves que hay en las riberas de esos ríos citadinos rebosantes de espuma?
Martines pescadores y garzas habitan esos micro hábitats acuáticos en donde, por
increíble que parezca, hay peces.
Yo he practicado esta metodología de observar aves varias veces
a la semana en ambientes urbanos y me llenado de mucha satisfacción, al conocer
lugares que asemejan ecosistemas prístinos, en donde hace unos metros atrás, el
bullicio de los carros impedían escuchar el más mínimo sonido proveniente del
medio natural. Pero esos lugares, a pesar de engañar a la mente al hacerla
pensar que uno está en un paraje lejano, seguirán estando encerradas en esa
cárcel de concreto. ¿Existirá acaso un lugar con grandes porciones de bosque, en
el borde inmediato de la ciudad? Pues claro que sí, es inevitable.
Coronado, al noreste de San José, ha pasado de un pequeño
asentamiento urbano, a una ciudad. A sólo un kilómetro encontramos extensas
regiones dedicadas al ganado, y a los dos kilómetros tenemos una porción de
bosque tan vasta, virgen e impenetrable, que engañaría a la mente nuevamente.
Pero así es, a sólo dos kilómetros de la ciudad de Coronado está el pequeño
pueblo de Monserrat, el cuál tiene conexión directa con el Parque Nacional
Braulio Carrillo y Volcán Irazú, los cuáles forman un corredor biológico que va
desde los tres mil metros a los treinta sobre el nivel de mar.
El año pasado me enteré del sitio, dando una visita rápida en
Diciembre para conocer la ruta al sitio. El lugar me agradó de inmediato, y
prometí volver para enero en una visita más extensa. En lo que va del año ya he
realizado tres visitas, y creo que la cuenta seguirá aumentando, ya que todavía
no logro concebir la idea de que exista un lugar tan bueno para ver aves a sólo
30 minutos del centro de San José.
El lugar es bastante bueno para la observación de aves, en
donde la calle boscosa es un sitio perfecto para verlas volando de un lado a
otro. Diría que es el mejor lugar del país para observar Lineated
Foliage-gleaner (Syndactyla subalaris), un furnárido no tan sencillo de
encontrar. Sin más demora, aquí unas fotos de mis visitas:
Aquí pueden ver un 1% de la totalidad de bosque en el lugar
Los ríos son abundantes, con una pureza incuestionable
Las mañanas son frías (es un bosque nuboso) y muchas telas de
arañas amanecen bañadas por el helado rocío
Casi al final del camino para vehículos (4x4) existe un lugar
llamado Locos por el bosque, que tiene acceso a una catarata
impresionante
Los Common (Chlorospingus flavopectus) y Sooty-capped
Bush-Tanager (C. pileatus) son muy comunes
El macho de Golden-browed Chlorophonia (Chlorophonia
callophrys) es algo que los doctores recomiendan observar de vez en
cuando
Los insectos son abundantes en los bosques nubosos, y a los
Tufted Flycatchers (Mitrephanes phaeocercus) les agrada esta
característica
Dejando los mejor para el final, con usted el único e
inmejorable Resplendent Quetzal (Pharomachrus mocinno)
catalogado como uno de los animales más bonitos del mundo.
Observamos un macho y una hembra en el sendero a la catarata de Locos por el
bosque.
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