miércoles, 27 de enero de 2016

Cinchona

¿Algún signo de vida por aquí?
Hola! Luego de varios meses sin publicar en este medio, he vuelto. No ha ocurrido mucha novedad en el ámbito pajarero en el cuál me encuentro inmerso, sólo algunos conteos de aves a fin de año y un lifer. Por ahora, mientras retomo un ritmo periódico para publicar, les narraré muy brevemente un paseo reciente a Vara Blanca y San Miguel de Sarapiquí, dejando que las imágenes hablen por sí solas.

Partimos temprano hacia nuestro destino utilizando la ruta de Alajuela, la cual atraviesa charrales, zonas de cultivo y áreas para pastoreo de ganado lechero.  El tiempo, a lo lejos, parecía adverso, con grandes nubarrones oscuros descendiendo por la cara sur de las montañas de la Cordillera Central. La idea original era ir a la Laguna de Hule, caminando desde un restaurante en la parte alta, hasta el lago mismo.
Un Coyote (Canis latrans) merodeaba solitario al lado de la calle, cuando ibamos de camino

Una vez en Vara Blanca nos fuimos dando cuenta que esto sería imposible con el tiempo, el cual lejos de mejorar, amenazaba con empeorar. Una ligera llovizna constante fue la tónica del día, inofensiva, pero estando bajo su embate por algunos minutos, dejaba empapado cualquier objeto desprotegido.

Nuestra primer parada, en parte obligada para decidir nuestro futuro, fue en el Mirador Cinchona, donde poseen comederos para aves y colibríes, atrayendo un buen número de turistas (y comensales gracias a su buena comida). Nos deleitamos con tucanes, tangaras, barbudos y muchas especies más. Posteriormente decidimos visitar a un amigo en San Miguel de Sarapiquí, para almorzar al lado del Río del mismo nombre del cantón. Avanzada la tarde nos devolvimos a San José, con buenas fotografías y recuerdos.

Los Baltimore Oriole (Icterus galbula) son muy abundantes en los comederos




Un colibrí, de los muchos presentes, era Green-crowned Brilliant (Heliodoxa jacula)


La unica reinita que llegó al comedero fue una Tennessee Warbler (Oreothlypis peregrina)


La especie más grande que frecuentaba el comedero fueron los Emerald Toucanets (Aulacorhynchus prasinus)


La especie más común fue Silver-throated Tanager (Tangara icterocephala)


La especie más llamativa a la vista era el Red-headed Barbet (Eubucco bourcierii)